Finalizando y agotando ya los últimos días en Lanzarote, tras un buen paseo por los Hervideros del Parque Nacional de Timanfaya y un viajecito en camello, para acabar almorzando en uno de mis restaurantes preferidos en La Santa (restaurante Azul)  deleitándonos con pescados frescos propios de la zona, iniciamos la jornada de tarde en la playa de Famara con su majestuoso Risco de Famara reinando sobre la zona.


Así, mientras la familia disfruta de un buen baño, mi destino es hacer una ruta circular de senderismo/trail para alcanzar el punto más alto de la isla, peñas del Chache, a 670m sobre el nivel del mar en el que me encuentro al inicio de la travesía para enlazar con la Ermita de Las Nieves y acabar de nuevo en la playa de Famara tras 15km. Es mi primera incursión en este tipo de deporte, aprovechando las maravillas de la naturaleza que tengo a mano, por lo que voy con sumo respeto y cuidado.


Una vez pasados la urbanización Famara, comienzo el camino que asciende por el barranco de la Poceta; inicialmente voy corriendo pero poco a poco se va incrementando la pendiente y estrechando el camino hasta convertirse en un pequeño sendero bien señalizado con bastante piedra suelta y junto al mismo barranco que hace que extreme las precauciones.

A partir del tercer kilómetro, la subida se hace dura, es donde me doy realmente cuenta de lo que es subir por un barranco y un fuerte desnivel en tan pocos metros, hago algún que otro descanso para tomar un poquito de agua y bajar de pulsaciones. Así, cuando mi reloj Polar me da el aviso sonoro y dirijo la mirada, me indica que he tardado 21 min en completar el cuarto kilómetro…. Compruebo de vez en cuando con el wikiloc que sigo por buen camino y continuo con la marcha deseando ya coronar la cima de la Peña del Chache en la que se encuentran las antenas militares.

Impresionante las vistas que voy dejando atrás y que en mis paradas aprovecho para obtener fotografías.


A partir de este punto, una vez alcanzada la máxima altitud y tras 53 minutos de subida (4,2km), por fin puedo iniciar de nuevo la carrera, aunque sea a trote, para ganar algo de tiempo y no entretenerme en exceso. Ya el recorrido se hace más normal, aunque hay que seguir con bastante precaución y muy concentrado porque el sendero sigue desarrollándose muy próximo al desfiladero y con la misma piedra suelta que en la subida. Poco a poco voy acercándome a la Ermita de las Nieves, donde hago un nuevo descanso y saco alguna foto para el recuerdo donde se aprecia perfectamente el barranco por donde hice el ascenso.


Pasado este punto, comenzamos la bajada, inicialmente por una rápida pista sin peligro alguno y posteriormente, entre el km 9 y 10 que me despisto algo por el itinerario, un fuerte descenso, que aunque es muy ancho, resulta peligroso por el riesgo de resbalar debido a la cantidad de piedra suelta.

Una vez abajo, hay que subir de nuevo un poco para poder tomar el sendero que me conduzca por la ladera de la montaña hasta la playa de Famara. En este punto me equivoco en la ruta, alargando el recorrido al menos 1km más hasta volver a retomar la dirección correcta.

A partir del km 11, voy por toda la ladera de la montaña, con ritmo suficientemente alto como para asumir algún que otro riesgo con alguna mala pisada, aunque me encuentro seguro aún de fuerzas hasta que a partir del km 12 la bajada se hace ya para encarar la pista que me lleve hasta la urbanización de Famara que deje casi 2 horas atrás. Los km 14 y 15 se hacen ya en ligero descenso pudiendo aún incrementar el ritmo de carrera.

Una muy buena experiencia la vivida hoy, me voy con un gran sabor de boca, disfrutando de una nueva actividad al aire libre y con una tarde estupenda.